20121113

Matutino refulgente

Martes, 24 de abril de 2007

¡Buenos días!

Pues sí, hoy y todo este pasado fin de semana el sol se ha puesto los tiros largos y ha decidido mostrarnos todo su esplendor. Temperaturas de verano, superando los 25ºC a la vera del Arlanzón, y rondando los 30ºC en "los madriles". Parece que en próximos días las temperaturas bajarán bastante, hasta niveles más propios de abril.

Ayer por la tarde, con sensaciones de verano casi total, me fui al cine a ver, muy apropiadamente, "Sunshine", de Danny Boyle, y con Cillian Murphy y Rose Byrne, una buena película de ciencia ficción, aunque algo confusa y con algunos momentos que no acabaron de convencerme. De este director ya había visto las excepcionales "Trainspotting" y "Millones", y la muy buena "28 días después".

Nos cuenta que en un futuro próximo el sol comenzará a apagarse (en realidad se estima que en varios miles de millones de años), para lo que se envía una nave tripulada para intentar reactivarlo por segunda vez, pues la primera misión fracasó. Película con reminiscencias de tres de los pilares básicos del género: de "Alien", de Ridley Scott, con quien tiene muchos puntos en común, pero sin alien, pues éste está entre nosotros y dentro de nosotros; también, pero con menos eminiscencias, de "Solaris" (la original soviética de Tarkovsky y la más reciente, y ligeramente suavizada en lo metafísico, de Steven Soderberg -ver más abajo su correspondiente matutino-), por lo del trastorno en el comportamiento que producía la fuerza gravitacional del planeta Solaris; y de "2001, una odisea ...", de Stanley Kubrick.

Bueno, pues para seguir dando combustible a nuestros refulgentes cerebros, nada como un poquito de sabiduría ajena:

 - "Galgo que a dos liebres corre, a ninguna coge".  (refrán).

 - "Si cada año estuviéramos ciegos por un día, disfrutaríamos en los restantes trescientos sesenta y cuatro".  (Isaac Asimov).

 - "El fuego, al parecer extinto, duerme a menudo bajo la ceniza".  (Corneille).

 - "La sabiduría suprema consiste en tener sueños lo bastante grandes como para no perderlos de vista mientras se persiguen".  (William Faulkner).

Besos y abrazos,

Don.

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Matutino de metafísicos soles
(Martes, 18 de febrero de 2003)

¡Buenos días!

Este sol que estamos teniendo estos días en Burgos parece que no es real, pues en vez de dar calor nos lo quita (-4ºC esta mañana), no sé si a una tasa de 4ºC/día ... o minuto, o segundo ... Hace muchísimo más frío que los pasados días de nevadas. Tanto es el que siento, que ya dudo de si me roba el calor corporal o el anímico, cual si de un negativo sol metafísico se tratara. Sin embargo, al mediodía, con todo nublado otra vez, ha subido la temperatura, aunque todavía no por encima de cero. Estas grises nubes sí que saben lo que es consolar un alma meditabunda, arropándole a uno con calidez y cariño, y protegiéndole de estos fríos metafísicos.

Pues como no podía ser de otro modo, ayer estuve en el cine viendo "Solaris" de Steven Soderberg, y con George Clooney, Natasha McElhone. Es la segunda versión cinematográfica de la novela homónima de un escritor polaco, Stanislaw Lem. La primera fue en 1972 del soviético Andrei Tarkovski, que vi en la tele (TVE2) cuando apenas dejé la adolescencia, en mis primeros años universitarios, allá cuando comenzaba la movida madrileña en los albores de los 80. Recuerdo que tenía unas preciosísimas imágenes y que me aburrió mucho, pues no entendí absolutamente nada. Tal vez si la viera hoy me ntusiasmaría, pues con los años he ido adquiriendo gran número de nudos (metafísicos) en mis circunvoluciones cerebrales, como las ramas de los árboles añosos; enrevesados nudos que me harían comprender muy bien ahora esa metafísica película. De hecho me prometo a mí mismo desde ahora volver a verla y leerme la novela.

Pues la versión en cuestión, la gringa de 2002, es magnífica, algo menos metafísica que la primera, y con unas maravillosas imágenes, estética y banda sonora de un tal Cliff Martínez (fabulosa banda sonora). Sólo tiene un pero, que desvelaré al final.

Nos cuenta la historia de los tripulantes de una estación espacial orbitando alrededor del planeta Solaris, que tiene la propiedad de materializar los sueños y pesadillas de los que se encuentran bajo su influencia gravitacional. Les pone ante ellos una especie de autoespejo, en el que se ven a sí mismos, sumiéndoles en profundas depresiones existenciales. Nos habla de los universos cósmicos y caóticos que hay dentro de cada uno de nosotros. Nos plantea donde está el límite de la realidad, siempre tan difuso ... en definitiva, muy buena.

Y pasemos al pero. Antes comentar que es algo más limitada en sus ambiciones respecto de la primera versión que recorría todas las facetas filosóficas que plantea la novela, y ésta se queda solo en una versión reducida de ellas (aún así magnífica también). Y el pero, que dejo para el final, está en el final de la película (última escena y frase), que es como el chirrido de una puerta oxidada en un concierto de Mozart, pues no me cuadra dentro del discurso de la historia, ya que nos orienta, nada objetivamente, hacia una determinada explicación de lo que ha sucedido en la historia.

No sé como será el final de la novela, que no he leido, ni recuerdo como era el de la primera versión cinematográfica, pero sospecho grandemente que conservan la asepsia e imparcialidad sobre lo que se cuenta, sin tratar de "moralizarnos" (¡estos gringos!), y dejando abiertas a cada uno las puertas de la interpretación y explicación de lo ocurrido. En definitiva, que tengo que revisionar la primera versión soviética y leerme la novela.

Y además de la ración de sabiduría ajena que os proporcionarán tanto la novela, como ambas películas, ahí os va una pequeña andanada adicional:

 - "En tanto las leyes de la matemática se refieren a la realidad, no son ciertas. En tanto son ciertas, no se refieren a la realidad".  (Albert Einstein).

 - "La esfera del pensamiento no es el pensamiento, sino la emoción".  (H.R. Haweis).

 - "Si usted busca la Verdad, no le dé guarida a la intriga".  (Trigueirinho).

 - "La enseñanza no está destinada a los tibios, a los que eligieron el estancamiento".  (Trigueirinho).

 - "Aquel que puede vigilar los pensamientos puede tomar decisiones importantes. La calidad y sucesión de pequeños pensamientos constituye la base de las grandes acciones".  (Agni Yoga).

Besos y abrazos,

Don.
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