Soy un matutino

Viernes, 4 de enero de 2008

¡Buenos días!

Esta secular simpatía y empatía que siento por esta ribera y sus aledaños me hace creer que yo soy ella y que acojo en mi seno a toda su amorosa flora y fauna de hadas y ninfas, velando por todas ellas y tratando, como hoy, de que vivan en un confortable clima, como ellas tratan de hacer conmigo. Pues eso, hoy he puesto en el cielo un radiante solazo, manteniendo las agradables temperaturas, más bien sensaciones térmicas, de que disfrutábamos ayer (5ºC), e incluso mejorándolas ligeramente conforme se alza el sol, he barrido los restos de nubes que enmarañaban la luminosidad y trato de que nada contamine esta placidez invernal.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Soy leyenda" ("I am legend"), de Francis Lawrence, y con Will Smith, basada en una novela homónima de Richard Matheson. Es una de ciencia-ficción sobre desastres apocalípticos en la que un virus mutado por científicos para curar una grave enfermedad (cáncer, sida, ...) acaba, como efecto colateral, en pandemia que diezma la población: el 90% fallece, el 9% se convierte en una especie de agresivos vampiros, y el 1% es totalmente inmune a la nueva enfermedad, pero es masacrado por el 9% de "infectados" sobrevivientes ... y en Nueva York solo queda un único inmune (casi todo esto se va descubriendo en unos pocos flashbacks ... lo peor de la película). Y eso esperaba yo ver, una superproducción gringa sobre ciencia-ficción y desastres apocalípticos, pero me encontré algo más conforme avanzaba la historia, trufada de muy buena tensión y sobresaltos.

Fue una muy buena película con algunos peros, que si no hubieran existido la habrían elevado a excelente. Los peros son esos canónicos tics de superproducción gringa, especialmente concentrados en los flashbacks y en algunos momentos en que aparecen otros personajes hacia el final. Lo mejor está, por tanto, en los momentos de soledad de nuestro legendario héroe ... bueno, habla con su perro y con los maniquíes ... esto, con algunos otros pequeños detalles, parece un guiño a otros momentos de la obra maestra absoluta que es "Blade Runner". Pues eso, nos habla de esa soledad consustancial al héroe de leyenda, que también es un ser humano necesitado de comunicación, sin la cual se verá abocado a la más absoluta locura, cosa que se suele olvidar en todas esas idealizadas mitologías en las que los héroes acaban divinizados. Nos habla también de la lucha de la ciencia contra el oscurantismo (representado, obviamente, por los vampiros), pues nuestro héroe lucha contra ellos, pero no contra ellos directamente (salvo cuando empieza a enloquecer) sino tratando de no ser aniquilado por esos brutos a la par que trata de encontrar un remedio que cure su enfermedad.

Pues sin más, pasemos a la ya mítica sección de sabiduría ajena:

 - "Quienes llevan la luz del sol a las vidas de otros, no la pierden para ellos".  (James M. Barrie).

 - "Estudiad como si fuérais a vivir siempre, vivid como si fuérais a morir mañana".  (San Isidoro).

 - "Hay hombres que luchan un día y son buenos, otros luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero están los que luchan toda la vida, y esos son los imprescindibles".  (Bertold Brecht).

 - "La inmortalidad siempre ha sido precedida por el sacrificio".  (Eugenio D'Ors).

 - "El agua corre, la arena queda; el dinero se va, la bolsa queda; el hombre muere, el nombre queda".  (Proverbio turco).

 - "Naces solo y mueres solo, y en el paréntesis la soledad es tan grande que necesitas compartir la vida para olvidarlo".  (Erich Fromm).

Besos y abrazos,

Don.
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